La ubicación estratégica de la parcela, en un vértice urbano en el que confluyen varios desarrollos residenciales le otorgaban su más específica singularidad. En consecuencia, las principales variables que afectaban al proyecto (su morfología, el emplazamiento de la edificación dentro de la parcela, la provisión obligatoria de espacios de aparcamiento en superficie y los accesos a las áreas de carga y descarga) determinaron los aspectos fundamentales del proyecto.

Además intentamos dar al nuevo edificio un carácter icónico y especial que le diferenciara de los bloques circundantes, en los que predominaban los revestimientos exteriores de revoco o ladrillo. En su antítesis, escogimos la chapa de acero para resaltar esa impronta peculiar, inconfundible y distintiva que aporta el acabado metálico y brillante,  sinónimo de limpieza y pulcritud e imagen plástica de la arquitectura industrial. Por otra parte consideramos necesario pegarnos a las alineaciones de dos de las fachadas (levante y mediodía), para reforzar la vocación urbana de la edificación, circunstancia que trajo como consecuencia la forma envolvente y curvilínea de la planta.

Este carácter de contenedor metálico y sinuoso de la edificación contrasta, a partir de la planta baja, con las perforaciones y los vaciados de las plantas superiores, en las que se cambia la frialdad acerada del material de revestimiento por paneles de madera tratados con celulosa y resinas fenólicas. Se pretende con ello mostrar otra piel interior –táctil, suave, más cálida– que juega a semejarse con una caja que aparece en un segundo plano, protegida por la cáscara metálica exterior: un cofre que guarda un objeto de madera. La nueva epidermis que surge, de geometrías rectilíneas rotundas y huecos verticales definidos, acentúa su carácter diferenciador con los criterios compositivos de las fachadas exteriores, donde prima lo curvo y la disposición apaisada.

• Año: 2003
• Estado: Construido
• Servicio: Residencial público. Hoteles
• Fotografías: Imagensubliminal