El solar sobre el que se asienta la edificación se ubica en el sector 36 del PGOU de Alcalá de Henares, y aporta una singularidad relevante: el costado septentrional de la parcela vierte su fachada a la A2. Por tanto, el edificio a construir se podría observar desde la autovía en ambos sentidos –desde Madrid así como desde Barcelona– con bastante antelación y perspectiva.
El eje de la planta tipo del hotel, perpendicular a la A2 y orientado según la componente norte-sur, garantiza el soleamiento de todas las habitaciones y permite que la autovía se contemple desde todas ellas. En consecuencia, aunque el sonido ambiental del flujo circulatorio de esta importante arteria interurbana no se percibe desde el interior debido a la protección acústica de las carpinterías, el espectáculo visual que ofrece –cientos de automóviles circulando en una y otra dirección en vías de varios carriles– adquiere un protagonismo singular como fascinante atalaya de observación.